¿Qué es mejor ducha o bañera?
Plantearse si es mejor ducha o bañera es muy común entre propietarios de domicilios o alojamientos. La elección suele depender de muchos factores. En general, son factores estéticos y económicos aunque en la mayoría de ocasiones la conclusión es la misma: vale la pena cambiar bañera por ducha.
Ventajas de cambiar bañera por ducha
Ahorro de agua y energía
La principal ventaja ecónomica es que al cambiar bañera por ducha se consume mucha menos agua.
Las bañeras suelen tener una capacidad de entre 100 y 200 litros. Como no podemos llenar la ducha es imposible hacer un uso excesivo de agua y de energía.
Reducción de riesgos
La superficie antideslizante del plato de ducha y los materiales que se suelen emplear para la construcción mejoran la seguridad.Cambiar la bañera por un plato de ducha elimina la posibilidad de resbalones y caídas que a menudo ocurren al entrar o salir de una bañera.
La seguridad de usted y su familia va a mejorar gracias a cambiar la bañera por un plato de ducha.
Mejor accesibilidad
El diseño de las bañeras no ha sido adaptado para las personas con movilidad reducida. Para estas personas entrar en una bañera por su cuenta resulta prácticamente imposible.Cambiar la bañera por ducha facilita la entrada y la salida.
Este es uno de los principales motivos que llevan a tomar la decisión. Es especialmente beneficioso para personas mayores o con movilidad reducida. Incluso en caso de accidente a cualquier edad es mucho más práctica y segura la ducha.
La entrada baja del plato de ducha reduce el riesgo de tropiezos y caídas.
Mejor para el medio ambiente
Con una ducha de unos 10 minutos se consumen menos de 90 litros de agua. La OMS estima que el tiempo óptimo para darse una ducha es de 5 minutos.
En cualquier caso, las bañeras requieren entre 100 y 200 litros de agua para llenarse.
Por tanto, otro de los beneficios de cambiar la bañera por una ducha es que es más amigable con el medio ambiente.
Optimizar el espacio
Las bañeras suelen medir una media de 70 cm de ancho y 42 cm de altura y una longitud de entre 1 y 2 metros. Los platos de ducha suelen tener un ancho similar pero tienen menos altura o ninguna si se pone a ras de suelo. Por tanto, al cambiar la bañera por una ducha se aprovecha mejor el espacio dispobible en el baño.
Mejora estética
Por lo general, los platos de ducha (en especial los platos de ducha de obra) suelen ser mucho más bonitos y estéticos que las bañeras. Al cambiar la bañera por un plato de ducha el baño gana en elegancia y estética.
Evitas derrames y humedades
Otra ventaja considerable es que cambiar una bañera por un plato de ducha hace más difícil derramar agua. La salida constante de agua es peligroso y puede provocar humedades tanto en nuestra casa como en la de los vecinos.
Para evitar imprevistos o desgracias siempre es mejor quitar la bañera y poner una ducha.
Diseño personalizado
Al cambiar la bañera por una ducha tiene la flexibilidad de seleccionar el plato que se ajuste a sus necesidades, gustos y espacio.
La gama de platos de ducha es muy amplia. Hay muchas opciones de diseños, tamaños y acabados para lograr una adaptación precisa a su baño y a sus gustos personales.
Rapidez y comodidad
Darse una ducha es generalmente más rápido y práctico que llenar una bañera.Al cambiar la bañera por la ducha se agiliza el proceso de higiene personal, ideal para la vida moderna.
En una bañera siempre estarás tentado de quedarte más tiempo sin ninguna necesidad.
Desgravaciones fiscales por cambiar de bañera a ducha
En el año 2010 el Gobierno de España permitió la posibilidad de desgravar por cambiar de bañera a ducha en la declaración de la renta. La desgravación podía ser hasta de un 10% o 12.000€.
Sin embargo, aquello fue hace más de 10 años. ¿Cuál es la situación actual? Hoy en día, si se realiza una obra en el hogar para mejorar la eficiencia energética, es posible obtener desgravaciones de hasta un 20% en la declaración de la renta.
Debido a que cambiar la bañera por un plato de ducha se considera un cambio que permite ahorrar agua podría considerarse como una acción que pretender mejorar la eficiencia energética del hogar. No obstante, conviene asesorarse con un fiscalista, ya que es posible que existan excepciones en función del tipo de instalación realizada.
¿Qué tipos de platos de ducha existen?
Existen diferentes platos de ducha que uno puede escoger cuando nos decidimos cambiar una bañera por un plato de ducha. Los más comunes y populares son:
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Platos de ducha acrílicos: se caracterizan por tener una superficie mayormente porosa. Están hechos de fibra reforzada y estéticamente intentan emular el aspecto del tradicional plato de ducha de mármol. Son muy delicados a los productos de limpieza abrasivos y a los golpes.
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Platos de ducha cerámicos: hechos de cerámica. Resisten bien los productos de limpieza, aunque hay que ir con cuidado ya que la cerámica no es un producto muy resistente. Si bien un pequeño golpe no le hará nada, un gran golpe podría dañarlo y fracturarlo.
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Platos de ducha de carga mineral o resina: el plato de ducha más popular. Son estéticamente más bonitos y su material los hace altamente resistentes a golpes y arañazos. Además, están hechos de materiales que no son resbaladizos (por eso se les llama comunmente platos de ducha antideslizantes) y se pueden personalizar y hacer a medida.
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Platos de ducha de pizarra: se trata de una variante del plato de ducha de carga mineral. Son muy resistentes a los golpes y arañazos. Su aspecto y textura hacen pensar en una pizarra, aunque lo habitual es que estén hechos de cuarzo, poliéster o silicato magnésico. Pueden ser planos, por lo que son perfectos para las personas con movilidad reducida.
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Platos de ducha de piedra natural: cada vez más populares debido a su impermeabilidad, a que son extraplanos y van situados a ras de suelo y, sobre todo, son muy resistentes a golpes y es prácticamente imposible rayarlos.
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Platos de ducha de mármol: es el plato de ducha tradicional de toda la vida, hecho de mármol (casi siempre blanco).
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Plato de ducha de obra: hechos a partir de azulejos, ladrillos y toda clase de material impermeable, como piedra natural. Son platos de duchas hechos a medida que acostumbran a ubicarse dentro de un pequeño. Debido a sus materiales, no son resbaladizos, son impermeables y se sitúan a ras de suelo. Su construcción suele extenderse hasta la pared, que para ir a conjunto debe ser decorada con los mismos materiales.
Ventajas de las duchas de obra
Los platos de ducha de obra son los platos de ducha más populares de todos. Al cambiar bañera por ducha se puede aprovechar para instalar uno de estos platos. Sus ventajas son:
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Hechos a medida. Estos platos de ducha se construyen a medida en el cuarto de baño, adaptados al espacio del que se dispone. Se pueden escoger los materiales y el diseño.
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Antideslizantes. Al estar hechos de materiales como piedra natural, ladrillo o azulejos, no son resbaladizos y, por tanto, son 100% seguros.
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Suelen estar a ras de suelo. Lo habitual es que estos platos de ducha sean extraplanos y vayan ubicados a ras de suelo o, como mucho, a muy poca altura, por lo que son una opción ideal para personas con movilidad reducida.
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Impermeables. Su material repele el agua, por lo que evitarás humedades y derramamientos.